Fin de año

Fin de año, cambio de decada. Nuevos proyectos, nuevas metas, en fin un nuevo balance.
El año arrancó como siempre con amigos, con San Ber, con deseos, esperanzas, etc. En el medio hubo percanses: facultativos, familiares, personales y persistieron o quizas tuvieron su fin los de amores.
Me enfrenté a mi misma, a mis tiempos, y aprendí millones de cosas. Cambié mis pensamientos, elaboré nuevas idologías y comprendí las del resto. Crecí como persona, como compañera, como amiga. Entendí los errores de la gente, me enoje con los propios y acompañé cuando me necesitaron. Finalmente logré balancear mi año.
Un año que siguió con la racha de hace un par de años, pero quizas eso significa crecer... Abrir los ojos y darse cuenta que la cajita de cristal ya no existe y que todo hay que enfrentarlo con la mejor cara posible para poder sonreirle a los problemas.
Espero que el año que viene pueda terminarlo dentro de esa cajita de crital que alguna vez se rompió y cumplir cada meta que me propongo.